Una vez calmada la reciente crisis fronteriza, la prensa española ha dejado de hablar de la tiranía marroquí, a pesar de que (o precisamente por eso) durante el mes de agosto ha arreciado el acoso contra la Asociación Marroquí de Derechos Humanos.
La AMDH, que cuenta con secciones en diversos países europeos (entre ellos España), y que ha trabajado en defensa de los derechos de los pueblos desde hace más de treinta años, ha sido denunciada por «antisemitismo», al haber coreado sus jóvenes, durante un campamento en la ciudad de Safi, consignas a favor de los derechos humanos en Marruecos, en solidaridad con el pueblo palestino, contra el terrorismo sionista y en repulsa por la rápida normalización de las relaciones del reino alauí con Israel. El denunciante, un conocido sionista de Essauira, ya había manifestado su hostilidad contra esta sección de la AMDH el pasado marzo, en declaraciones a la prensa israelí.
El Comité Central de la Asociación se ha reafirmado, en una declaración pública, en su combate contra el imperialismo y el sionismo, «en tanto que movimiento racista, colonialista y agresivo», y en defensa de la autodeterminación del pueblo palestino y «la edificación del Estado democrático palestino sobre la integridad del territorio palestino con Jerusalén como capital»; y ha señalado, asimismo, la demostrada oposición al antisemitismo que caracteriza a sus 12.000 miembros, reconociendo, por ejemplo, el papel político de judíos marroquíes como Abraham Serfaty, uno de los presos políticos más conocidos de aquel país. La Asociación considera, en fin, que esta denuncia constituye un proceso contra el conjunto de la AMDH y de los antisionistas defensores del pueblo palestino en Marruecos.