Desde la organización del MUP-Republicanos, dada la gravedad del momento que vivimos, y analizando la difícil coyuntura a la que se enfrentan las clases populares, se ha visto la imperiosa necesidad de apostar decididamente por opciones unitarias que acumulen fuerzas en defensa de los intereses de los trabajadores y la izquierda. Las elecciones municipales pueden ser una ocasión para avanzar en ese camino; pero vemos con preocupación que los ciudadanos progresistas, lejos de tener referentes claros y capaces de despertar su entusiasmo e inspirarles optimismo, ven con preocupación la enorme dispersión de nuestras fuerzas y, demasiadas veces, la falta de claridad en los mensajes. Nosotros, como republicanos, compartimos esta preocupación ante la falta de ese referente en la comarca del Baix Vinalopó, y concretamente en Santa Pola.
La crisis ha puesto de relieve más que nunca la extrema fragilidad del modelo económico que oligarcas y especuladores han impuesto a las clases trabajadoras, hasta conducirlas al desastre. Igualmente, y en relación directa con lo anterior, día a día se descubren las contradicciones y debilidades de un régimen político, el de la monarquía impuesta por Franco, incapaz de responder a las demandas populares de bienestar, igualdad y justicia. Muy al contrario, mientras millones de familias sufren el paro, la carestía y los recortes sociales, un puñado de privilegiados amasa beneficios a cuenta de la crisis que ellos mismos han provocado.
En el MUP-Republicanos entendemos que, para poner freno a todos estos desmanes, es del todo necesario un cambio profundo del sistema político, que acabe con el régimen de dominación impuesto a raíz de la Transición. En España eso significa trabajar por una III República con un contenido progresista, popular, que acabe con la actual hegemonía social, política y económica del puñado de oligarcas que todavía hoy rige nuestros destinos, contra la voluntad de la mayoría y con la aquiescencia de instituciones tan anacrónicas como la monarquía y la iglesia católica.
Cuatro décadas de dictadura y más de treinta años de frustraciones han tenido un muy hondo efecto sobre las conciencias, y también sobre las organizaciones que han tratado de representar los intereses de los sectores obreros y populares. Hoy por hoy, ninguna organización política puede considerarse el referente indiscutible de nuestra clase. Así se está viendo en la actual crisis, la respuesta a la cual sería muy distinta si tal referencia común existiera; y, por otra parte lo que la clase trabajadora reclama es reencontrarse a sí misma, reconocerse fuerte para responder a los ataques de todo tipo que están sobreviniendo y los que, sin duda, se están preparando contra ella. En definitiva, lo que nos reclaman los trabajadores a las fuerzas de la izquierda es la unidad.
Las próximas elecciones municipales puden ser una oportunidad para conseguir apuntalar la construcción de los futuros cambios democráticos que habrán de venir.
Por todo ello, al igual que ya hizo meses atrás, en una carta dirigida a la agrupación de Esquerra Unida en Elx, el MUP-R ha emplazado a la agrupación de EU de Santa Pola, después de llevar a cabo algunos contactos informales, a iniciar un debate entre las dos organizaciones, con el fin de analizar conjuntamente las posibilidades de presentar una propuesta electoral unitaria de cara a las próximas elecciones municipales, que una ambas fuerzas para reagrupar, movilizar y hacer avanzar a la izquierda.