El día 4 de Febrero se realizó el Ferrol un acto de homenaje al Almirante Antonio Azarola, quien fuera fusilado «por traidor» en la ciudad a principios de Agosto de 1936, al  haberse opuesto decididamente, como jefe que era del Asenal militar, a la sublevación de oficiales de la armada y ejército contra la República. Azarola no era un hombre de izquierdas, pero sí tuvo claro que no podía permitirse una sublevación que significaba un golpe estado contra el gobierno legítimo y que además provocaría gran derramiento de sangre. No quiso que le vendaran lo ojos ante el pelotón de ejecución. Este acto de homenaje consistió en dar cumplimiento a una moción de IU para que se nombrara una plaza con su nombre. Así se hizo, con la presencia del alcalde y la mayor parte de la corporación. El espacio designado con su nombre, ,enfrente del edificio de la Capitanía General de Cantábrico,  ya no lleva el de otro marino que sí apoyó el criminal golpe fascista. Algunos suboficiales retirados de la Armada, que optaron a ese trabajo como un medio de vida  pero que siempre tuvieron ideas de izquierda, acudieron juntos portando una bandera de la República.