¿POR QUÉ SOMOS DIFERENTES?, por Gabriel Alcolea
¿POR QUÉ SOMOS DIFERENTES?, por Gabriel Alcolea

Ahora, más que nunca, es el momento de hacer recuento de nuestros sentimientos políticos. De nuestras ideas respecto a por qué estamos en una federación, y, en la mayoría de vuestros casos, en determinados partidos políticos. Es, precisamente ahora, cuando con más claridad podemos apreciar la acertada idea de que se haya constituido REPUBLICANOS, como aglutinante de los que pensamos que es, indefectiblemente, la realidad más apremiante para España.

Como en todo proceso electoral, los grupos y partidos, ávidos de “pillar” poder, emergen a la palestra electoralista con sus mejores galas. Las promesas inundan por doquier las mentes más necesitadas. Los fastos, y las fáciles expresiones y augurios de mejorar la difícil situación española, están en boca de todos los políticos, sobre todo de aquellos que ya tienen representación parlamentaria.

Son así de incuestionables las lisonjas ofrecidas y, sin embargo, rechazadas de plano por la mayoría de los votantes y, lo que es más importante, por parte de esa juventud que viene detrás, como próxima generación a dar sus favores a los partidos políticos. Lo normal que solemos oír en cualquier tipo de foro, tertulia o por la misma calle es: “más de lo mismo”; “otros que vienen a engañarnos”; “son todos iguales”,etc.etc.

Ateniéndonos a la realidad, hay que pensar que estos comentarios son los acertados y más teniendo en cuenta qué es lo que en realidad proponen cualesquiera de las agrupaciones que están hoy día a la caza del voto.

Como ejemplo para REPUBLICANOS, en cuanto a su más cercana “derecha”, tendríamos que echar mano de IU y de Cayo Lara como su máximo representante. Bien. Y, ¿qué es lo que IU y el señor Lara esta prometiendo o demandando en su discurso?.Pues muy fácil, lo que dicen los ciudadanos respecto a todos los demás, es decir: lo mismo. Precisamente, en su visita a la Universidad de Alicante dejó constancia de ello y, a la pregunta de por qué no se trabajaba y reclamaba como idea primordial la instauración de la tercera República en España, dejó muy claro el motivo: “En España, la gente no está pensando en la República –ni mi madre, ni tu abuela, parece que dijo literalmente a unos de los alumnos requirientes-.Están pensando en las situaciones más prioritarias y más preocupantes.”.

Ahí está el quid de la cuestión. Ese es nuestra principal diferencia con IU y el resto de cuanto partidos existen o pudieran existir en España. Nosotros si sabemos y tenemos muy claro que la primera perentoriedad, la primera necesidad, lo más urgentes que hay hoy en día en nuestra país, en la constitución de un sistema republicano en el Estado español. Equivocan sus conceptos quienes pretenden reformar este ruinoso edificio que es nuestra España, removiendo muros, cimientos, tabiques, vigas o cualquier otra estructura del Estado. Creen que reformando –otra vez- pueden regenerar la inmundicia que gobierna la nación.

No hay otra solución que demoler el edificio. Está en ruina total. Cualquier reforma, tarde o temprano, terminará con el mismo resultado. Es la base, la cimentación, el esqueleto total el que está podrido. Sólo dinamitándolo y empezando nuevamente los cimientos lograremos levantar un edifico salubre, firme y consistente para la convivencia y la regeneración habitable de los españoles.

Esa es nuestra básica diferencia. Empezar por lo importante y, eso, no conlleva no ocuparse del resto de los problemas, pues, al mismo tiempo, ese proceso reedificante, removerá los sentimientos y las ideas de las personas, que, por propia voluntad, nos ayudarán a fortificar el habítaculo donde las gentes honradas y, sobre todo, las más humildes y necesitadas tengan cabida.

Implantar la Tercera República en España es lo más urgente e inmediato que necesitamos. Eso es lo que debemos –y podemos- trasmitir a los habitantes de España y, preferentemente, a nuestras juventudes, a esos millones de personas que, en su mayoría, andan despreocupados del mañana, de la política, de todos lo esfuerzos diarios que que hay que hacer para llevar un país por la buena senda, por el camino de la justicia, la igualdad, la libertad, la solidaridad y la honradez.

Por eso somos diferentes. Porque creemos que es posible y necesario cambiar esto, no reformarlo. Puede que nos cueste algo más de tiempo. Puede que no lleguemos a tener ocho diputados en el Congreso –como le vaticinan a IU-, pero no es nuestra meta. Eso es pan para hoy –y,evidentemente, tampoco- y hambre para mañana. Eso es lo que viene sucediendo desde hace treinta y cinco años.

Se equivoca –otra vez- señor Lara. Con esta constitución y la corruptela que genera y mantiene, no se va a ningún lado, al menos a ningún lado bueno para la gente necesitada y humilde. Por eso, sr. Lara, tendrá que ser usted y su partido quienes vengan a pedirnos finalmente nuestra ayuda, colaboración y comprensión. Somos nosotros, los ahora diferentes, los dueños del destino y el futuro de nuestra España.