Los GOLDMAN y LEHMAN españoles, por G. Alcolea
Los GOLDMAN y LEHMAN españoles, por G. Alcolea

Basta un repaso a las hemerotecas o medios especializados, para situarse ante fechas, cifras, datos y, en especial, nombres de un verdadero enjambre de obscuros y siniestros personajes que, no sólo han llevado al sistema financiero a la ruina más rápida y espantosa, sino que han dejado a los ciudadanos del mundo en el esperpéntico fraude más clamoroso desde los remotos tiempos de los reyes y príncipes: la usurpación de la democracia.

Los bancos citados, elite del movimiento mundial en entramados productos de ingeniería financiera y cabecillas del hundimiento del sistema por su especulación y falta de escrúpulos y ética a la hora de engañar a sus clientes, fueron inculpados en 2008 por todos los gobiernos y reguladores y se vieron abocados a la más absoluta de las quiebras.

Desde los más diversos foros académicos o profesionales se culpó directamente a los consejos de administración de estos bancos de la falta de control de sus directivos, ávidos de cosechar triunfos en el mundo de las finanzas y, de paso, engordar su peculio particular con grandes sumas de bonus. Fueron estos hombres y estos bancos los que nos sumieron en la crisis y, sin embargo, son estos mismos hombres y entidades quienes siguen dirigiendo los caminos de las economías globales, con el beneplácito de los organismos institucionales que hace cuatro años les inculparon y sancionaron sus políticas de inversión.

Hay muchos y variados ejemplos en esta amalgama que nadie quiere reconocer como el símbolo de que los grandes “patronos” del poder económico siguen contando con sus “chicos para todo” y, además, en primera línea de los poderes públicos.

Ahí tenemos a los adalides del Goldman Sach, banco que ha tenido entre sus directivos a tres Secretarios del Tesoro de los EEUU, a Romano Prodi, ex primer ministro italiano y expresidente de la Comisión Europea. El actual presidente del Banco Central Europeo, el italiano Mario Draghi, fue, ni más ni menos, vicepresidente del Goldman para Europa y el responsable directo, como gobernador del Banco de Italia, el que hundió en la miseria financiera al país italiano. Además fue –al estilo Rodrigo Rato, ministro de Economía y De Guindos, secretario de Estado del mismo ministerio- el culpable de la privatización de las mayores y más rentables empresas italianas en el período 1991/2001, desde su cargo de presidente del Comité de Privatizaciones; período que coincidió con los mayores escándalos de corrupción.

Del otro banco pirata, el Lehman Brothers, podríamos enumerar otro tanto con su presidente ejecutivo a la cabeza, el tal Richard Fuld y, por supuesto, con la figura destacada de De Guindos como director ejecutivo del Comité Europeo de dicho banco.

Es, mínimamente ridículo, al menos para quién ha conocido o conoce los entresijos de los bancos y cajas españoles, que aquí, precisamente aquí, pongamos el grito en el cielo al ver tantos desmanes. Han sido los bancos y cajas, pioneros en “ingeniería financiera”, alabados y vanagloriados en su momento por el sistema y sus críticos, quienes lo que han hecho simplemente es plagiar los modelos, productos, derivados, servicios, etc.etc. de esos “malvados bancos”.

Así, sin ir más lejos, nuestros bancos emblemas, BBVA, Santander, Bankinter, Caixa, etc. han estado años y años –y aún lo están- vendiendo a sus clientes los mismos modelos de inversión-basura que los bancos paradigmas del engaño y el fraude. ¿Las hipotecas subprime…?. ¿Qué creen que vendían a sus clientes en España nuestros ejemplarizantes bancos cuando ofrecían, a tipos de interés cuatro o cinco puntos superiores a los productos “normales y típicos”, y con tan variados nombres como: cédulas hipotecarias, cesiones de créditos, primas únicas, etc.etc.?. Estos productos, copias exactas a la de los bancos americanos, tenían además un peligroso agravante: se vendían a los clientes como “DINERO NEGRO”, aunque, claro, a la hora de la verdad, Hacienda, pasó… la bandeja. Más de un cliente falleció por infarto.

Nuestros “banqueros” eliminaron -y compraron con ingentes cantidades- el silencio y la responsabilidad de los máximos directivos de aquellos momentos. A otros, se contentaron con que el gobierno de turno…les indultara.

Esto se hizo, se hace y se permite aquí. ¿De qué van? ¿A quién creen que engañan?¿Quién lo permite…? Pues, usted mismo lo puede contestar. Es muy fácil.

La vida sigue igual y los mismos delincuentes de cuello blanco siguen en sus puestos, pero, ahora además, con cargos políticos. Para mayor recochineo de los ciudadanos, el gobierno encarga a uno de los Alí Babá que audite a la intervenida Bankia.

Mientras tanto, un  rancio y tenebroso personaje sigue ostentando, por nefasta herencia, la máxima magistratura española: su Jefatura de Estado…sin decir ni pío, claro.

¿A ustedes estas cosas les parecen normales…?.Pues nada, nada, sigan votando a los mismos de siempre.